Los Borzoi o galgos rusos, son los perros más aristocráticos de todas las razas caninas. Son originarios de Rusia aunque se creen que descienden del cruce del Lebrel Egipcio y un perro de pelo largo ruso para poder soportar el clima frío de Rusia, aunque no se sabe con exactitud cuando apareció en Rusia. Los escritos más antiguos donde aparecen los Borzoi datan del año 1200, donde se pone de manifiesto la utilización de esta raza canina para la caza de la liebre y otros animales más grandes como los lobos.
El auge de esta raza canina se debe principalmente a los zares y a la nobleza, siendo el Gran Duque Nicolás el criador más grande de esta raza llegando a tener alrededor de un centenar de perros de esta raza. Solían emplearlos para la caza del lobo aunque por su belleza no era extraño que también viviesen en los palacios como animales de compañía.
Hasta el siglo XIX cuando el Zar Alejandro II le regaló una pareja de Borzoi a la Reina Victoria de Inglaterra, los Borzoi eran una raza de perros exclusiva de Rusia, siendo desconocidos prácticamente para el resto del mundo.
Ya en el siglo XX tras la caída de los zares y la nobleza rusa los Borzoi casi desaparecen de Rusia pero gracias a la gran difusión por el resto del mundo ha salvado a esta raza canina de la completa extinción.
Los Borzoi son perros grandes, tienen una altura comprendida entre los 70 y los 82 cm y pueden llegar a pesar entre 34 y 47 kg. Poseen un característico pelo largo, no lanoso, ondulado y con grandes rizos, suele ser de color blanco aunque pueden presentar manchas de diferentes colores, para que el pelo luzca en todo su esplendor necesita frecuentes cepillados y un cuidado especial.
Los perros de esta raza son de temperamento dócil, nobles, no son ruidosos (apenas ladran) y no requieren mucho espacio para vivir adaptándose fácilmente a las dimensiones de la vivienda. Dada su envergadura necesitan realizar ejercicio físico diariamente y pueden dar problemas con el resto de animales domésticos por su instinto de persecución.
Los Borzoi son considerados la raza más aristocrática de todas las razas caninas, tanto por sus características como por su forma de andar.
El auge de esta raza canina se debe principalmente a los zares y a la nobleza, siendo el Gran Duque Nicolás el criador más grande de esta raza llegando a tener alrededor de un centenar de perros de esta raza. Solían emplearlos para la caza del lobo aunque por su belleza no era extraño que también viviesen en los palacios como animales de compañía.
Hasta el siglo XIX cuando el Zar Alejandro II le regaló una pareja de Borzoi a la Reina Victoria de Inglaterra, los Borzoi eran una raza de perros exclusiva de Rusia, siendo desconocidos prácticamente para el resto del mundo.
Ya en el siglo XX tras la caída de los zares y la nobleza rusa los Borzoi casi desaparecen de Rusia pero gracias a la gran difusión por el resto del mundo ha salvado a esta raza canina de la completa extinción.
Los Borzoi son perros grandes, tienen una altura comprendida entre los 70 y los 82 cm y pueden llegar a pesar entre 34 y 47 kg. Poseen un característico pelo largo, no lanoso, ondulado y con grandes rizos, suele ser de color blanco aunque pueden presentar manchas de diferentes colores, para que el pelo luzca en todo su esplendor necesita frecuentes cepillados y un cuidado especial.
Los perros de esta raza son de temperamento dócil, nobles, no son ruidosos (apenas ladran) y no requieren mucho espacio para vivir adaptándose fácilmente a las dimensiones de la vivienda. Dada su envergadura necesitan realizar ejercicio físico diariamente y pueden dar problemas con el resto de animales domésticos por su instinto de persecución.
Los Borzoi son considerados la raza más aristocrática de todas las razas caninas, tanto por sus características como por su forma de andar.
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