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Ahora el próximo paso. Siguiendo la rutina anterior has logrado que coma mientras sostienes el plato y que puedas retirarlo sin que te arranque una mano, vamos bien. Ahora daremos un paso más allá. Cuando le bajes el plato y lo dejes comer a sus anchas, no te retires, quédate a su lado y coloca suavemente una mano en su cabeza. Si te mira mal, pero de todas formas sigue comiendo, entonces vamos bien.

Entonces lo acariciarás despacio, esto es algo recompénsate para tu perro, pero le tomará un tiempo darse cuenta de que no estás tratando de robarle su comida.

Una vez que se acostumbre a que lo acaricies cuando come, y que esté relajado en tu compañía mientras lo hace, el siguiente paso es remover el plato. Oh sí, harás exactamente lo que tu perros temía que hicieras; pero no te quedarás con el plato, se lo quitas y colocas dentro uno de esos bocadillos “súper deliciosos, hiper motivadores, soy capaz que hacer lo que sea para probarlos” que mencioné antes y le regresas el plato. Es como el “cambio” pero sin darle la orden. Practica esto durante unos días.

Con mucha paciencia, persistencia y recompensando el buen comportamiento de tu perro, con bocadillos y el “muy bien” que nunca debe faltar, puedes convertir un perro celoso de sus cosas y agresivamente posesivo en un compañero en el que puedes confiar, aún mientras está comiendo. Sin embargo, recuerda que una vez que aprenda que no vas a robarle su comida no debes de seguir practicando los ejercicios, el propósito de este artículo es evitar accidentes desagradables, que puedas meter la mano en el plato mientras tu perro come no significa que debas hacerlo, después de todo, todos merecemos poder comer en paz.

Nota Importante:
Si tienes un perro adulto con problemas de agresividad posesiva y crees que no tienes la experiencia necesaria para manejarlo (o si tu perro es muy grande y le tienes miedo), entonces lo ideal es llevarlo a entrenamiento en manos de un profesional.

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