La etología canina es la rama de la biología conductual que estudia el comportamiento natural de los animales, concentrándose principalmente en las conductas instintivas.

A partir de la década de los 40, algunos científicos emplearon a los lobos como modelos para estudiar, desde la perspectiva etológica, las relaciones en grupos de animales sociales. Estos estudios dieron origen a las ideas de la dominancia y el estatus “alfa” de los lobos dominantes.

Como los biólogos de la conducta se enfocaban casi exclusivamente en especies silvestres, existían pocos estudios realizados en perros. Entonces, las ideas de dominancia y “lobo alfa” fueron adoptadas por los adiestradores, bajo el supuesto que la etología del perro es igual (o casi igual) a la etología del lobo.

Lastimosamente se cometieron dos errores muy grandes al trasladar los estudios en lobos al adiestramiento de perros. El primero de estos errores fue que los estudios iniciales estaban sesgados y tenían muchos supuestos que no se cumplen en la realidad. Se habían estudiado interacciones entre lobos de grupos formados en cautiverio y al azar, cuya conducta no correspondía a la de manadas formadas naturalmente.

El segundo error fue considerar que la relación entre lobos de una manada era similar a la relación entre las personas y sus perros. Así, la “traducción” de estos estudios etológicos al adiestramiento canino fue forzada y se buscaron conductas del perro que pudiesen ajustarse a la idea de la dominancia y el “perro alfa”.

A continuación conocerás algunos mitos acerca de la dominancia que debes evitar, y algunos signos de estrés del perro que te ayudarán a encarar mejor las sesiones de adiestramiento.
La dominancia en el adiestramiento canino

En el adiestramiento canino se habla con frecuencia de jerarquías, dominancia, “perro alfa” (perro dominante), castigo jerárquico y otras cosas similares. Es común que los problemas de conducta del perro se asocien, equivocadamente, con la dominancia: si el perro jala la correa es dominante, si sube a la cama es dominante, si come antes es dominante, si gruñe o ladra es dominante, etc.

La verdad es que las jerarquías entre perros no son estables, sino dinámicas, y normalmente no se determinan por la fuerza. Más aún, en muchas interacciones entre perros no existen actitudes de dominancia de ningún tipo, ya que no es necesario establecer jerarquías en todo contacto social. Las únicas interacciones que suelen derivar en lucha son las que tienen que ver con el acceso a recursos limitados, como hembras en celo o comida (en ciertas circunstancias).

Por tanto, olvídate de las ideas de la dominancia y el “perro alfa”. No necesitas apelar a estos conceptos erróneos para entrenar a tu perro. De hecho, estas ideas han causado más daños que beneficios en el adiestramiento canino.
Podrás controlar la conducta de tu perro controlando los recursos que son importantes para él, como la comida, los juguetes, los paseos, etc.

Existen cuatro técnicas para someter al perro, que son particularmente peligrosas porque pueden provocar una reacción defensiva por parte del animal. NUNCA las debes realizar porque, además de ser riesgosas, arruinarán la relación que tienes con tu perro. Estas técnicas son:
• Mantener al perro de espaldas, sujetándolo por las mejillas o el cuello hasta que deje de ofrecer resistencia. Esta técnica se conoce como “alpha roll-over” o “dominance down” y es muy dañina.
• Levantar al perro sujetándolo del pellejo de la grupa y el cuello.
• Sujetar al perro por el pellejo del cuello y arrastrarlo o zarandearlo.
• Arrastrar al perro sujetándolo por el hocico.

Te menciono estas técnicas para que las reconozcas por si algún adiestrador de la vieja escuela te las sugiere, pero por favor no las realices. Tu perro no se merece ese maltrato.
Signos de estrés

Aunque muchos manuales de adiestramiento hablan acerca de la etología canina (real o ficticia), pocos son los que explican el lenguaje corporal de los perros. Este lenguaje es importante porque te permite interpretar el estado emocional de tu perro, aunque sólo sea de manera general.

Aunque no puedo explicar en detalle el lenguaje corporal del perro en un artículo, a continuación te indico algunas conductas básicas que presentan los perros cuando se sienten estresados, confundidos o amenazados. Si tu perro se siente estresado, confundido o amenazado durante las sesiones de adiestramiento, puede presentar alguna o varias de las siguientes conductas:
• Gira la cabeza hacia un costado, evitando el contacto visual.
• No acepta comida.
• Se rasca.
• Se mordisquea a sí mismo.
• Mordisquea objetos constantemente.
• Se lame el cuerpo.
• Lame repetidamente sus labios o nariz.
• Olfatea el suelo.
• Se queda inmóvil o realiza movimientos muy lentos.
• Se echa de espaldas (panza arriba).
• Bosteza.
• Hace pis.
• En machos, erección del pene sin motivación sexual.

Estos no son los únicos signos de estrés y ansiedad en perros, pero son los más comunes. Por supuesto, estos signos dependen del contexto. Si tu perro acaba de comer, quizás no acepte comida porque está lleno. O puede rascarse porque le pica algo, olfatear el suelo porque encontró un olor interesante, mordisquear sus juguetes porque está jugando, hacer pis porque tiene ganas, etc. Sin embargo, estas conductas serán muy raras durante las sesiones de adiestramiento.

Así que no pienses que tu perro es un maldito desobediente si empieza a rascarse o a olfatear el suelo en medio de una sesión de adiestramiento. Quizás está confundido o estresado.

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