Una de las cosas más importantes que debemos tener en cuenta, es la higiene o aseo diario para el perro.

La falta de higiene diaria supone, en un alto porcentaje de los casos, un riesgo para la salud de nuestro perro. Si desde su etapa de cachorro recibe los cuidados básicos, nos será más fácil detectar y evitar los contagios e infecciones en sus órganos externos.
Piel y manto

- Debe estar brillante y limpio, lo cual no quiere decir, ni mucho menos, que haya que bañarlo constantemente.

- El pelo del perro se mantiene sano gracias a la secreción del sebo, que lo hidrata y protege de infecciones del medio ambiente. Por ello su cuidado requiere baños poco frecuentes (una vez al mes o cada 20 días como máximo) y con productos muy específicos para el ph de su piel.

- Un buen cepillado, diario o semanal según la raza, mantendrá su pelo libre de impurezas y pelos muertos que no benefician su salud.

- A los cachorros no se les puede bañar hasta que no finalice su vacunación y nos lo indique el veterinario.

- Si por alguna causa (se ha embarrado o ha hurgado en la basura) hubiera que bañar a un cachorro, hay que tener en cuenta las siguientes consideraciones: primero, el baño se deberá preparar con un cuarto de agua a temperatura alta y el resto templada; segundo, habrá que tener mucha precaución para no mojar la cabeza (sobre todo con el fin de evitar que entre agua en los ojos y en los oídos); tercero, es importante secar firmemente con una toalla y rematar con un secador para evitar humedades innecesarias.

- En las razas que requieren cortes de pelo periódicos (como la caniche) conviene acudir a peluquerías especializadas.

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