Todo perro tiene la necesidad de gastar sus energías, ya sea jugando con su dueño como jugando con su propia camada y si alguno de estos falta, se empeñará en jugar con todo aquello que encuentre, y es aquí donde nosotros como dueños debemos de tener cuidado. Pues si le compramos juguetes mal diseñados o fabricados, la experiencia del perro al jugar con este será dolorosa, y poco a poco puede conseguir que este deje de jugar y no consuma esa excesiva cantidad de energía que estas especies tienen sobre todo en sus primeros años.

Es por ello que debemos de intentar conseguir juguetes que sigan unas ciertas normas, como no usar pintura tóxica, pues los perros podrán ingerirla al morder el juguete o que dispongan de una cierta rigidez o elasticidad de forma que el objeto no acabe triturado en cientos de pequeños objetos que el perro podría ingerir sin querer, de esta forma conseguiremos que nuestra mascota crezca fuerte y sana.

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